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Un lugar para disfrutar de la vida
Hasta pronto
2015/05/04

Hombres y mujeres de cuatro generaciones en el espacio cultural y librería Rincón Lector La Galatea.

 

Marián Albalat y Lola Fernández, Rincón Lector La Galatea


Normalmente improvisamos, pero hoy es un día especial y sabemos que los nervios y la emoción no nos dejarán hacerlo.

Hace casi siete años, cuando empezamos esta aventura, no teníamos ni idea donde íbamos a llegar. Sólo sabíamos que teníamos un proyecto, una ilusión y muchas, muchas ganas de llevarlo a cabo. Por el camino hemos encontrado muchas piedras, pero también hemos ganado una experiencia maravillosa. Podríamos hablaros de la lucha continua contra los gigantes que hemos encontrado con la crisis, de nadar contracorriente en el mar de la ignorancia o de los muros que hemos tenido que saltar en pos de las Letras. Pero preferimos hablaros de los buenos momentos vividos, de la gente maravillosa que hemos conocido, los buenos ratos vividos dentro y fuera de este Rincón. Porque aunque no lo creáis, La Galatea se ha convertido, para nosotras, en una forma de vida dentro y fuera de estas paredes. Es una forma de respirar, de pasar las páginas de una vida, de ver el mundo a través de otros ojos, de descubrir la fantasía en la sonrisa de un niño. Todos y cada uno de vosotros formáis parte de este sueño, cada uno de vosotros, a vuestra manera, habéis contribuido a que La Galatea sea lo que es hoy en día.

Hoy es 25 de abril, último día en que abrimos nuestras puertas. Sí, podría ser un día triste, lo es de hecho, pero nos vamos con la cabeza bien alta, orgullosas y contentas, porque mirando vuestras caras sabemos que hemos ganado, que hemos arrebatado la mediocridad y la apatía de nuestros corazones, porque nos habéis demostrado que existen personas por las que merece la pena el riesgo, que los buenos momentos pasados compensan a los malos, porque siempre habéis estado cuando más os hemos necesitado.

Todos somos Galatea porque Galatea es soñar despiertos, es creer en un mundo mejor, es pintar de color lo gris, es escribir una nueva historia cada día, fotografiar un instante de felicidad, esculpir nuevos caminos, rimar abrazos espontáneos y bailar al son que NO NOS TOCAN.
Y todo esto no habría sido posible sin el apoyo incondicional de nuestros Galateos.

Durante la presentación de un libro, uno de los cientos de actos celebrados dentro y fuera de La Galatea.

Mención especial a nuestro querido Bosco, que como todos sabéis nos ha acompañado en este arduo camino, chico para todo: confesor, consejero, psicólogo, amigo, chófer y fotógrafo oficial de todos y cada uno de nuestros pasos.

¿Qué decir de Ricardo López Farfán, Riki? Nuestro oso Golosón, no sólo por ser el protagonista de nuestro cuento, sino por sus abrazos, por su plena disposición, por su entrega y acogimiento en duros momentos. Siempre dispuesto a ayudar y a hacernos reír.

Antonio Blanco, Blanc, director de nuestros corazones, robándonos fotogramas día a día, ¿cuántas veces nos dijo?: -No sabéis la que estáis liando? Sólo una llamada es suficiente para que acuda a prestar ayuda...

Paloma, hermana y amiga, siempre a nuestro lado, haciéndonos volar con ella y enriqueciendo nuestras vidas con palabras llenas de magia y acciones llenas de vida.
Jara y Luis Losada junto con Riki, el 28 de julio de 2008, inauguraron lo que es, hoy en día, un grupo de maravillosas personas que, desinteresadamente, se han prestado siempre a colaborar con este sueño. Estos llamados por todos Galateos son muchos, imposible nombrarlos a todos, artífices de mil y una anécdotas. Gracias, muchas gracias, porque siempre nos hemos sentido arropadas y protegidas por vosotros.

Y después, claro está, nuestros clientes, si es que se les puede llamar así. Ya que muchos de ellos se han convertido en amigos, tertulianos y confidentes, apoyo imprescindible de este proyecto. Cierto es que andamos cortas en cantidad, pero ¡qué calidad!

Una niña leyendo un ejemplar de la primera edición El Quijote en el pasado Día del Libro.

Gracias, muchísimas gracias por vuestras muestras de cariño, bálsamo para estos duros momentos en los que llega el final. Pero tenemos que confesaros algo, tenemos preferencias. Dentro de nuestros clientes hay un grupo a los cuales les tenemos especial cariño. La mayoría no mide más de medio metro, muchos de ellos nacieron entre nuestras estanterías e hicieron volar su imaginación con los libros, soñaron con otros mundos a través de nuestros cuentacuentos y aprendieron que cualquier cosa es posible en los talleres. Ver sus caras ilusionadas e inocentes, nos ha robado el corazón.

Esto no es un adiós es sólo un hasta luego. Los que nos conocéis sabéis que no nos rendimos fácilmente, que para nosotras no hay gigantes sino obstáculos que superar. Así que, desde aquí, hoy, os invitamos a seguirnos, a que a nos ayudéis a que el espíritu de La Galatea siga vivo.

Porque SOBREVIVIREMOS…