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Actos y pactos
2015/06/15

Firma de los Pactos de La Moncloa.

 

Miguel Hernández de la Torre

Celebradas ya las elecciones autonómicas y municipales del pasado día 24 de mayo, y aún con la resaca de los distintos resultados, ahora lo que toca es ponerse a trabajar para dar cumplimiento al mandato que los ciudadanos hemos determinado en la urnas, sabiendo interpretar su voluntad.

En primer lugar, y digeridos los resultados, algunos con mala digestión, se están produciendo una serie de actos consistentes en la mera toma de contactos entre representantes cualificados de las formaciones políticas con opción a gobernar o apoyar gobiernos. Es esta fase, un preliminar, un calentamiento de motores, para una vez delimitado el terreno de juego y puestas las debidas piezas en el tablero, se proceda a la segunda fase, más contundente y definitoria de los posibles pactos para la buena gobernabilidad de ayuntamientos y autonomías. Vaya por delante que los pactos son imprescindibles en toda convivencia, y habrá que acostumbrarse a este método tan civilizado y por supuesto respetuoso de poder pactar en todo lo que vaya a favor del pueblo, sin ánimos protagonistas ni partidistas, con generosidad y humildad, desterrando las soberbias propias de las mayorías absolutas.    

En segundo lugar, se están haciendo críticas en cuanto a que estos primeros actos de encuentros y contactos, son, por lo general, secretos o cuasi-secretos, cruzados entre unos y otros líderes, pero yo lo que entiendo, y esto es una opinión muy personal, es que en estas primeras tomas de contacto no es imprescindible la transparencia total, por cuanto no se está dilucidando nada concreto que pueda comprometer algún acuerdo posterior. Es simplemente una primera reunión de presentaciones. Este artículo de Julián Marías al respecto nos aporta mucha luz. Tengamos presente que lo escribió en 1997 y que ya alertaba de lo mismo en 1974.

No conozco, como es normal para cualquier persona y ciudadano, las reuniones llevadas a cabo en todo el territorio nacional (las habrá a cientos), y no en todas habrá el mismo nivel de entendimiento entre unas fuerzas y otras, pues son diversas y muy distintas las circunstancias existentes, según los casos, pero desde luego lo que sí exigirá la ciudadanía es que una vez se inicie la segunda fase, es decir, la de los pactos concretos, sean de total transparencia para que la ciudadanía sepa si se está cumpliendo su voluntad. Y no es suficiente dar el resultado final sin haber conocido el desarrollo de las conversaciones. Usando un símil deportivo es como si en una competición deportiva de la disciplina que sea, no nos retransmitiesen el desarrollo del evento deportivo, hurtándose a los aficionados ese derecho, y solamente se nos comunicara el resultado final. Por eso, menos declaraciones para la galería, y luz y taquígrafos en los encuentros en los que se dilucide uno o varios acuerdos, con información de los pormenores y detalles importantes del pacto o del no pacto, que también existe esta posibilidad. Y, posteriormente, capacidad de observación, de crítica constructiva y ánimo de concordia cuando las decisiones sean acertadas, errantes o dejen dudas.         

Entiendo un poco el secretismo de algunos encuentros porque las formaciones políticas, en los primeros momentos, están afilando las espadas y no quieren publicidad de las estrategias para conseguir futuros acuerdos, pero insisto, en el momento de la verdad, comunicación y difusión total, pues en caso contrario, habrá decepciones, y se prestaría a pensamientos llenos de susceptibilidad. Entonces cabría la posibilidad de pensar que ha podido haber un cambio de cromos, o un cambio de favores de índole antiética y antimoral. De los actos previos a a los futuros pactos, me han causado buena impresión tres que a continuación menciono.

La iniciativa de la alcaldable de Madrid, la ex-juez Sra. Carmena (a pesar de los ataques descontrolados y fuera de lugar de la otra candidata Sra. Aguirre), de iniciar o propugnar conversaciones con el director de Bankia (banco rescatado con dinero público y por tanto nacionalizado), con la finalidad de, en su momento, poner encima de la mesa una posible solución, en mayor o menor medida, al problema candente de los desahucios, uno de los temas más urgentes que tiene este país. Y, por parte del director de Bankia, la aceptación de iniciar estas conversaciones, lo cual ya es un signo positivo, aunque todavía no se ha profundizado en el método a seguir, pero al menos tienen la voluntad de intercambiar propuestas para solucionar un problema de justicia. Cuando se produjo esos contactos, la Sra. Carmena no era alcadesa de Madrid, pero quiso tener un gesto en el que mostrase cuáles pueden ser sus políticas municipales. Con voluntad política, se pueden conseguir en 24 horas lo que no se ha podido o no se ha querido solucionar en años.

Otro detalle político positivo, aunque previo a cualquier contacto para pactar, es que, bien por propia instancia o a instancia de terceros, dos altos cargos de la Asamblea de Madrid del PP, al verse involucrados en un caso de corrupción de esa Comunidad destapado hace meses, el caso Púnica, han tenido la decencia de dimitir de sus cargos para no entorpecer las posibles conversaciones con Ciudadanos, y que el PP pueda lograr que su candidata la Sra. Cifuentes sea la presidenta de la Asamblea de Madrid. Lo que me ha parecido positivo ha sido la dimisión en sí misma, no el resultado del posible acuerdo, que en todo caso está por ver, estudiar y emitir valoraciones en su momento si llega a producirse.

Y la tercera se refiere a la alcaldable para Barcelona, Sra. Colau, al rechazar muy inteligentemente la condición que le había puesto el Sr. Junqueras de ERC a cambio de su apoyo, para que se comprometiera a defender el independentismo catalán (a esto yo le llamo directamente chantaje), según la hoja de ruta a tal fin confeccionada por CIU y ERC.

Y ante esto no tengo más remedio que hacer la siguiente reflexión: este político de ERC, Sr. Junqueras, al vivir tan obsesionado con la independencia de Cataluña (no hay vez que no intercale el tema, aunque se hable de cocina, con una paranoia patológica digna de mejor causa), no se da cuenta que este no es el tiempo ni la forma, y menos el espacio, para plantear su obsesión. La Sra. Colau, con determinación e inteligencia, le ha negado la mayor, pues en este momento y lugar ara no toca, como diría el ex-honorable Jordi Pujol, ex-Presidente de la Generalitat. Primero porque se trata de una elección de alcalde, que tiene que gobernar para todos los barceloneses y no puede tomar partido. Además no tendría competencia para legislar sobre el tema (si lo hiciera será un claro fraude de ley). Y, en segundo lugar, porque no es el foro apropiado para plantear estas cuestiones, para eso están los Parlamentos. Su misión es la de solucionar los muchos problemas de toda índole que padecen los ciudadanos de su municipio, sean independentistas, constitucionalistas o mediopensionistas.

Ya que estamos hablando de Cataluña, quiero hacer mención al detalle de los pitos del Nou Camp el pasado día 30 de mayo con motivo de la final de Copa del Rey. No voy a entrar en si hay que defender la libertad de expresión, a mí la pitada no me gustó por ser una falta de respeto y de educación, y debo respetar lo contrario, pero lo que me pareció insultante fue la media sonrisa cómplice del President Mas cuando se simultaneó la música del himno nacional con el piterío ensordecedor. Mas se retrató, me pareció un personaje de un chauvinismo barato, con una falta de sentido de Estado incomprensible, pues además de estar delante del Jefe de su País (Cataluña sigue formando parte de la Nación española), es el presidente de todos los catalanes, de los que pitaron y de los que no pitaron. Y aunque solamente fuese por decencia política y protocolaria, debió guardar las formas y no hacer el ridículo como lo hizo (así se comprende la bajeza de ciertos políticos en todo el mapa español, no tienen remedio, siempre mirándose el ombligo).

¡Qué distinta fue la postura del lendakari vasco Sr. UrKullu!, mucho más respetuosa con la situación, dando un ejemplo de saber estar. Por cierto, otro punto a favor del lendakari el perdón ofrecido a las víctimas del terrorismo (otros políticos son incapaces, por su soberbia, de reconocer malas decisiones, como el Sr. Aznar por la guerra de Irak).        

Hecho este paréntesis, seguro que habrá muchos detalles positivos y también negativos en estos encuentros, pero lo esencial para la buena marcha de la democracia y del país, es que los políticos se quiten las caretas y pacten lo que tengan que pactar, sin encuentros secretos, con transparencia, para bien de la información y de la comunicación y por higiene democrática.      

Como resumen, y haciendo un símil futbolístico, diré que el PP que ganó en su día el triplete en el año 2011 (elecciones municipales, autonómicas y generales por mayorías absolutas), como le pasó al PSOE también, por su mal juego (malas políticas) y por ser marrulleros (corrupción), han descendido a la Segunda División, y tendrán que hacer la travesía del desierto donde tendrán que purgar por sus malos resultados y métodos.