Hablame.tv
A A A A A A A
Un lugar para disfrutar de la vida
Duelo
2015/06/22

Amanece y el oso blanco de Palmira, empieza a desperezarse y de Tiemblas baja

pensativa el alba.

La mañana calienta los cuerpos y las almas; hay paz en la tierra de mis ancestros; ya no

se escucha el tronar de la guerra, pero canta una chilca en la arboleda; el sol mañanero

parece más brillante y luminoso; las flores se ven alegres; los árboles cantan a dúo en la

espesura al compás del rumorar del viento; y le hacen coro las pequeñas fuentes de agua

que bajan de la montaña.

 

Venid hijos de la tierra; venid a ver mis verdes; mis arroyos que bajan cantando de

la alta cordillera; habéis ganado; mis hijos cantan en el parque bellas canciones; mis

artistas se pintan el rostro y celebran la victoria; mis actores se visten como en los

tiempos clásicos; regresad a la tierra que os espera; la diáspora ha cesado, y los hijos de

la tierra regresan y cantan y se alegran en su espíritu y rinden tributo a la memoria de

sus muertos.

 

La venganza de la guerra ha cesado; a estos cielos azules se asoma el porvenir; mis

gentes regresan a plantar nuevamente en el suelo de la patria; casas nuevas, cuyos

muros ya no se cuartean por las bombas, ni se descascaran sus fachadas por los tiros de

los fusiles; nuevos monumentos al progreso levántanse y se yerguen enhiestos sobre mi

suelo patrio; por mis caminos puedo escuchar nuevamente conversaciones alegres de mi

gente que regresa a su vereda.

 

El poeta canta esperanzado un himno nuevo; vuelven a sonar los tambores y cantan tus

cantores la esperanza.

Villabrado Luis Duque: Canto para nuestro duelo. (Ed. Odín)