Un logos musical
para celebrar la última
vez que sentimos miedo.
No más ecos muertos
en ascensos y des
censos desde la nada
brutal. Un acento inagotable de galaxias.
Que la vida humana
nunca nos hizo regalos
de mucho valor salvo
el coraje del poeta
-lucífero, con su clara
su radiante su rusiente
cabellera al viento.
Miguel Veyrat: Pasaje para la noche