Gabriel Gil

Bruno es un sevillano que hizo de su pasión y amor por los animales un sueño y de su sueño una forma de ayudar a las personas. Ya de niño los perros se convirtieron en sus amigos y él, con su corazón, grande donde los haya, decidió formarse en rescate y con el tiempo creó el grupo de rescate canino UCR ALPESA.

Con pocos medios pero con mucha ilusión, hace casi quince años se rodeó de un equipo de personas: hombres y mujeres con su misma filosofía y echaron a rodar hacia esos lugares donde fuesen necesarios, allá donde hubiera un desaparecido y familias desconsoladas, ellos y sus perros entregaban lo mejor de si mismos para intentar poner un final feliz a historias teñidas de negra incertidumbre.

Sus perros, no son originarios de grandes escuelas ni son de pura ascendencia, son perros sin futuro que recogió para darles hogar, su cariño y una nueva vida. Dedicándoles tiempo, robando al día segundos y renunciando a facetas de su vida personal, los convirtió en héroes de cuatro patas listos para cumplir con sus misiones; entre ellas el terremoto de Lorca o la búsqueda de Marta del Castillo en la finca Majaloba.

Pero su labor va más allá, participando en exhibiciones en colegios y eventos como la Feria de productos de la Sierra Norte en el Pedroso, o Expo Juventud en Sevilla; intenta fomentar y contagiar su amor por los animales entre los más jóvenes, cumpliendo con una función educativa de alto nivel.

Todo ello con sus propios medios económicos, con la ayuda de socios, amigos y poco más -la sociedad civil-. Llevando con orgullo el cariño de quienes les conocemos y de las personas a las que han ayudado. Ellos afrontan difíciles retos cada día para mantener el grupo activo. Aún así nada les detiene porque su corazón les impulsa a seguir, a no rendirse.

Así son, así es UCR ALPESA.